Por César Rivas y John Marti
Monterrey está escribiendo un nuevo capítulo en la historia del transporte urbano en México con la construcción de las líneas 4 y 6 del Metro, que introducirán el primer sistema de monorriel del país. Este proyecto no solo representa un avance tecnológico, este proyecto representa una apuesta hacia el transporte público enfocada a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar a la ciudad como un referente en movilidad sustentable.
Un salto tecnológico en la movilidad mexicana

El monorriel de Monterrey es una apuesta por la innovación. Cada tren, fabricado, consta de seis vagones con una longitud total de 76 metros y capacidad para transportar hasta 720 pasajeros. Estos trenes eléctricos alcanzarán velocidades de hasta 80 km/h y estarán equipados con sistemas de aire acondicionado, videovigilancia y conectividad Wi-Fi, ofreciendo una experiencia de viaje moderna y cómoda para los usuarios.
¿Cómo funciona un sistema de metro monorriel?
El sistema de monorriel que se implementa en Monterrey utiliza una tecnología de levitación neumática y guiado sobre una sola viga de concreto elevada. A diferencia del metro convencional que circula sobre dos rieles, el monorriel emplea una viga guía central que permite una mayor maniobrabilidad en espacios reducidos, ideal para entornos urbanos densamente poblados. Es la alternativa a la solución metro férreo en viaducto y cuando la solución en túnel no se implementa.
Cada tren se desplaza sobre neumáticos de caucho que ruedan sobre la parte superior de la viga y se estabiliza mediante ruedas laterales que abrazan la estructura, permitiendo trayectos más suaves y silenciosos. Los sistemas de mando y control automatizados garantizan la operación segura, incluyendo la supervisión de velocidad, frenado, distancias de seguridad entre trenes y respuesta ante emergencias.
Además, estos sistemas están integrados con señalización digital, telecomunicaciones y sistemas de supervisión centralizados, lo que permite la operación semiautomática y facilita el monitoreo en tiempo real desde un centro de control. Esto se traduce en mayor eficiencia operativa, menores costos de mantenimiento y una alta disponibilidad del servicio.
Por otro lado, el diseño elevado del monorriel minimiza las afectaciones al tránsito vehicular y peatonal durante su operación, permitiendo que las líneas crucen sobre avenidas principales sin interferir con la vida urbana. Este tipo de infraestructura también reduce significativamente el impacto ambiental, ya que al ser un sistema completamente eléctrico contribuye a la disminución de emisiones contaminantes.
Seguimiento de la calidad del proyecto y aplicación de nuevas tecnologías.
La implementación de un sistema de monorriel en Monterrey requiere una gestión meticulosa y un seguimiento riguroso de la calidad en todas las etapas del proyecto. Desde la planificación inicial hasta la construcción y puesta en marcha, se han establecido estrictos protocolos de control de calidad para asegurar que las especificaciones técnicas se cumplan en cada componente.
El seguimiento de la calidad del proyecto involucra auditorías constantes, inspecciones técnicas y pruebas de funcionamiento exhaustivas, garantizando que la infraestructura sea segura, resistente y duradera. Además, se aplicado tecnología de vanguardia, como sistemas de monitoreo en tiempo real, análisis de datos y simulaciones digitales, que permiten anticipar posibles riesgos y optimizar los procesos constructivos.
Este enfoque en la calidad y la innovación tecnológica es fundamental para reducir los riesgos, minimizar las interferencias durante la construcción y asegurar una integración eficiente con otras infraestructuras de movilidad en la ciudad. La utilización de plataformas digitales y herramientas de gestión avanzada facilitan la coordinación entre las diferentes disciplinas involucradas, desde la ingeniería civil hasta la electrónica y telecomunicaciones.
Control de interfaces: clave para la integración y calidad en el proyecto.
Uno de los aspectos fundamentales para el éxito de este ambicioso proyecto es el correcto control de las interfaces previas, tanto en la obra civil como en los sistemas ferroviarios. La gestión de interfaces se refiere a la coordinación y supervisión de todos los elementos que interactúan en el proceso de construcción y puesta en marcha del monorriel, garantizando que cada componente se integre de manera óptima y segura.
Durante la obra civil, esto implica controlar las conexiones entre las estructuras de soporte, las vías, las estaciones y las instalaciones eléctricas y de señalización. La precisión en estas fases es crucial para evitar interferencias, garantizar la estabilidad de la infraestructura y facilitar futuras instalaciones y mantenimientos.
Posteriormente, en la fase de integración de los sistemas ferroviarios, el control de interfaces resulta aún más relevante. Se requiere coordinar y verificar la compatibilidad entre los sistemas de control, señalización, telecomunicaciones, mando y control de trenes, y sistemas de seguridad. Una gestión eficiente en estos aspectos previene riesgos operativos, reduce costos por retrabajos y asegura la confiabilidad y seguridad del sistema en su operación futura.
El seguimiento riguroso y la planificación anticipada de estas interfaces permiten detectar y resolver potenciales interferencias en etapas tempranas, evitando complicaciones mayores durante la operación. La coordinación entre las diferentes disciplinas y responsables es esencial para alcanzar los estándares de calidad y seguridad que demanda un sistema ferroviario de alta tecnología.
Desafíos en la gerencia y supervisión del proyecto
La implementación de un sistema de monorriel en Monterrey ha implicado una coordinación meticulosa entre diversas entidades. Como Responsable Técnico en Egis, uno de los principales retos a los que me he enfrentado ha sido en armonizar los trabajos entre los responsables del proyecto ejecutivo, y la empresa constructora. La supervisión constante y la comunicación han sido esenciales para garantizar que los diseños se traduzcan en una construcción eficiente y segura.
Un componente clave de esta gestión ha sido el liderazgo de un equipo altamente especializado, compuesto por profesionales en interfaces, RAMS (con el alcance de seguridad), mando y control, telecomunicaciones y señalización, cada uno de estos frentes representa un pilar técnico fundamental para asegurar la integración del sistema monorriel con las demás infraestructuras de movilidad y su operatividad futura.
El trabajo coordinado de este equipo ha sido vital para prever riesgos, validar especificaciones técnicas, y resolver interferencias entre disciplinas en tiempo real, su conocimiento técnico ha fortalecido la toma de decisiones estratégicas y ha permitido mantener alineadas las expectativas del cliente, los contratistas y las autoridades involucradas.

Además, se ha trabajado en estrecha colaboración con las autoridades locales para asegurar que las obras se integren adecuadamente en el entorno urbano, minimizando las afectaciones a la ciudadanía durante el proceso de construcción, sin comprometer la calidad ni la innovación del sistema.
Mejora de la calidad de vida y proyección internacional
El impacto del monorriel en la vida de los habitantes de Monterrey será profundo y duradero. Se espera que las líneas 4 y 6 reduzcan significativamente los tiempos de traslado, descongestionen las vialidades principales y disminuyan las emisiones de gases contaminantes, promoviendo una movilidad más limpia y eficiente.
Este sistema no solo facilitará el acceso a diferentes zonas de la ciudad, sino que también fomentará un estilo de vida más saludable y sostenible. La reducción del uso del automóvil particular contribuirá a disminuir los niveles de ruido y contaminación, mejorando la calidad del aire y promoviendo entornos urbanos más saludables y seguros.
Asimismo, la incorporación de tecnología en el sistema de transporte facilitará la gestión de la movilidad en tiempo real, permitiendo una mejor planificación y respuesta ante las necesidades de los usuarios. La experiencia adquirida en Monterrey servirá como modelo para futuras expansiones y será un ejemplo de cómo la innovación puede transformar positivamente la vida urbana.
Con miras al Mundial de la FIFA 2026, Monterrey busca consolidarse como una ciudad moderna y accesible para los visitantes internacionales. El monorriel será una pieza clave en la infraestructura de transporte para este evento, facilitando el desplazamiento de los asistentes y mostrando al mundo el compromiso de la ciudad con la innovación y la sustentabilidad.
Un legado para las futuras generaciones
Más allá de los beneficios inmediatos, el monorriel de Monterrey representa una inversión a largo plazo en el desarrollo urbano de la ciudad. Este proyecto sentará las bases para futuras expansiones del sistema de transporte y servirá como modelo para otras ciudades mexicanas que buscan modernizar su infraestructura de movilidad.
En conclusión, la construcción del primer monorriel de México en Monterrey es un hito en la transformación del transporte urbano del país. A través de la implementación de tecnología de punta y una planificación estratégica, este proyecto promete mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar a Monterrey como un líder en movilidad sustentable.

César Rivas
Ingeniero en Electrónica y Comunicaciones/ Jefe de Proyectos


John Marti
Coordinador de Sistemas Ferroviarios